miércoles, 22 de julio de 2009

Invierno

Cómo engarzo al pájaro en mano que lleva mi amigo.

Cómo siento a la tierra llorar de dolor por las almas.

siento el mar a lo lejos, a lo lejos de un verso irascible

se nutre de vida buscando la perla añejada

en el cielo silente que trina y funde su alma.


Y pidiendo clemencia la brisa del mar nos arropa

en el mundo cargado de rabia

qué despiertos notaran la huella

de los valles y el cardo que el viento

va a hacer camino después.

Ah la dulce doncella que baila un derroche y silba en el campo

compone canciones que el sol atesora

como cambia de gustos

se permiten los celos

sin perder la certeza.


Y si el asco te inunda qué ruta ha trazado tu dueño

¿cuál, de vosotros sabia

que la raza es la mente a un rio que rueda

en el manso derroche?

y ya cierro los ojos,

y recuerdo a mi madre

y me lleno de ira al saber de la queja que dio tu silbido.


Y no quiero pensarte, no deseo unirte a mi forma

y no busco vivir allá en la pradera

por amor conservar este sitio sin almas

y topar con la muerte.


Ah el candor que carece

Desangrado de pena.

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