viernes, 16 de mayo de 2008

... En silencio...

Ella ya no se encontraba allí, se había ido… había dejado todas sus cosas, sólo se podía sentir el viejo caminar de las historias que tantas veces se habían dado cita en aquel lugar. Todos guardaban silencio, no había persona alguna que se atreviera a levantar la voz, un lamento por ella, dijo algún desconocido.

Y las lágrimas brotaron como cristales de sus ojos, pequeñas piedras donde se encontraban contenidos trozos de su alma. No se detenían, se sentía incapaz de cerrar esa etapa de su vida donde todo fue alegría. Con miedo avanzaba hacia la obscuridad más profunda, ¿pero cómo evitarlo si su ser era quien se lo exigía… Su nombre era Luz, o en algún momento fue llamada así, ese fue el mote que sus padres le dieron al nacer. Pero ahora irónicamente ese pequeño vocablo de tres letras era lo que le faltaba a su vida. Siempre de negro, ocasionalmente de gris…

El día en que por propia mano alcanzó su último suspiro todo corría como de costumbre, el perro ladraba, la tetera silbaba… y ese sonido rompió en dos su alma, no por el tono que hubiese podido alcanzar, sino por la soledad que implicaba aquel momento. Se encontraba sin compañía alguna, esa sensación le agradaba, instruía a su alma a observar cada instante, el ligero vuelo de un insecto, el sutil pasar del polvo ante sus ojos, la manera en que cada gota de lluvia se precipita en el cristal después de haber pasado la tormenta y se dedicaba a ensoñar.

“Las palabras en el viento son olvidadas” pensaba. Así que le dedicaba su existencia a escribir, ¿pero en que momento el hastío llegó a su vida? Nadie lo sabrá ahora, nadie puede saberlo ahora… el ataúd yace ahora con su cuerpo inerte en el Panteón Ingles, ingerir 500 miligramos de sulfuro surtió el efecto deseado…Antes de dar el paso final con letra temblorosa y la marca de una lágrima redactó unas cuantas líneas:

“Este es mi momento, este es mi final, el deseo de autodestrucción me consume a cada instante, perdón a todos los que defraude, pero la luna me atrae, soy un ser de la noche que fue invitado a compartir con la luz del sol y no se sintió a gusto… a todos gracias. Dudo que comprendan por que estoy haciendo esto… pero no pretendo que lo hagan… simplemente me uniré al ser infinito en la negra noche para poder crear… anticipada llego mi libertad a la vigilia y corta la duración del sueño” Ahora se le extraña… sin embargo jamás se sabrá qué fue aquello que empañó su alma de poeta, quizá la enfermedad del mundo… quizá simplemente el pensarse completamente inútil.

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