viernes, 31 de julio de 2009

Sed...

La rosa del alba prosigue camino,
logra constreñir al universo con sólo una mirada,
va por las calles jugueteando entre las sombras,
no encuentra el encanto que pueda desquiciarla
busca el sonido, no lo encuentra… sigue…

Sigue anhelando que tiñas su esencia,
busca seguirte,
no lo consigue,
se pierde en penumbras mientras tu sombra se esfuma,
mientras tu nombre se pierde al compás de los segundos…

Esta hambrienta de tu risa,
de tus manos, de tu ser…
de ser la prisionera que viva en tus sueños,
quiere comer y que su alimento sea el velo que te cubre,
desea soñar y así lograr que tu lecho la cubra

Y saciar su sed,
su corcel viajará hasta encontrar el río,
buscándote,
buscando que tu ágil palabra
recree el universo
y la ilusión que se esfumo en el fin de los tiempos.

jueves, 30 de julio de 2009

... Post Mortem...

El roce de los cuerpos era cada vez más intenso, el placer se apoderaba de sus seres, era imposible parar. Las manos la recorrían dejando parte de si en sus poros, de pronto el cuello, la excitación incrementaba cada vez que sus extremidades se acercaban a aquella parte de su ser…

Él intentaba alejarse, buscaba a toda costa impedir que sus dedos tocaran aquella zona, la vislumbraba tan erógena y tan cercana… de pronto ambos eran uno sólo… el rompía su inmaculada pared… éste era el momento, jugar con sus manos, besar su cabello, morder su piel y sentir su frío.

No había quejas, ni llanto… simplemente un cuarto gris, frío… un lugar donde los parientes veían por última vez a sus seres queridos… pero a Raúl no le importaba, su único interés era satisfacer su deseo, ese que lo corroía a cada instante. Ahora la tenía a su lado, ahora podría poseerla y dejar en ella muchos deseos, frustraciones y alegrías… ¿Cómo evitarlo? Esa idea jamás había pasado por su mente… Todo comenzó una tarde de domingo, únicamente su madre y él se encontraban en casa… - Papá había salido de vacaciones – cuenta sin reparo cuando se le pregunta sobre su vida… - mamá dijo que quería pintarme – y yo accedí, de pronto ella me recorría con sus manos, me besaba, colocaba su busto sobre mi cara y yo no sentía nada… - tiempo después dijeron que ella había abusado de mi, violación dijeron otros… yo simplemente me encontraba petrificado…

La acaricia, todos se han ido, en la morgue sólo están los cuerpos y Raúl, éste se concentra en un cadáver… te llamaré Clara, te pareces tanto a mi madre que mereces llevar ese nombre y comienza el proceso… primero besa el cabello, después recorre cada una de sus extremidades… y llega al cuello… lo toma entre sus manos y lo ahorca… sabe que ella no se quejara, revive el sentimiento por su madre, se excita no puede contener el placer… -Dicen que esta enfermo… no le importa… - Juega con el cuerpo inerte, lo penetra, observa una fotografía de su madre y continua su labor…

miércoles, 29 de julio de 2009

... Mortem...

…Cada grieta describe como ha pasado el tiempo; pero los muebles, las paredes, los grandes ventanales, las cortinas con sus figuras multiformes y cada objeto que se encuentra en este espacio, esperan que se les cuente una historia. ¿Dónde sucedió? No lo recuerdo, ¿cuándo? No tiene importancia…

En uno de los puentes, se encontraba una joven de cabello corto, tez clara y ojos de un verde muy intenso. Comenzó a moverse con el paso pesado y la mirada turbia, cruzó la calle y caminó dos cuadras. Todo carecía de sentido, como si de cierto modo, el tiempo se hubiera detenido fuera de ella.

En su cara se dibujó una leve sonrisa cuando observó en la banqueta a un gato muerto, mismo que parecía yacer ahí desde hace varios días. Su aspecto se podía comparar con una imagen dantesca: los ojos podridos se le salían del cráneo, la carne pestilente y los huesos amarillentos marcaban el aire con el putrefacto aroma de la muerte.

De su bolso sacó una pequeña agujeta negra, fue entonces cuando Rocío comenzó a recordar y las imágenes fueron cayendo cual cascada, suspiró. La habitación de Mario se dibujó ante ella, su rostro había perdido la frescura de antaño, ahora se teñía de diversos tonos de verde a causa de un extraño padecimiento. Los acostumbrados paseos por el jardín comenzaron a escasear la luz del sol lastimaba cada vez más su ya amedrentado cuerpo.

Un grisáceo halo empañaba su mirada cada vez que observaba la foto de Carlitos, su pequeño hijo, quería estrujarlo, abrazarlo,… pero entendía que era imposible. Desde el día en que cayó enfermo la risa del pequeño no golpeo más las paredes blancas de la casa, su pelota no recorrió los pasillos buscando escapar de las ávidas manos de quien comenzaba a vivir, la vida en el lugar se torno fría, así podría alimentarse el mausoleo que pronto llegaría.

Acariciaba religiosamente un pequeño trozo de papel que se encontraba en uno de los almohadones. Amarillento, se notaba que muchas noches de llanto habían pasado sobre él, lo alzaba, con el roce de sus dedos su cordura se iba desvaneciendo poco a poco y de él leía:

Inhalo, exhalo. Mis manos no encuentran la forma exacta que les permita calmar su angustia. En qué momento comencé a ser tuya… no recuerdo el instante en que dejé mi ser en ti. El sencillo tacto de tus dedos sobre mi piel, el aroma expedido por cada poro… Mahler, encuadrando el momento, desvanece cualquier nervio. Guardo silencio y tú continúas. Has venido a robarme cada una de mis inquietudes, como el ladrón de sueños en que te convertiste desde el día en que nos conocimos. Hoy, el reflejo de mi alma se mantiene vivo en el susurro de una lágrima. No entiendo… Razones van y vienen, y el frío que embarga cada uno de los minutos comienza a reinar en el lugar…

Pasaron los días y Mario murió. El pequeño regresó a casa, ahora podría darle todo el amor que a su padre no pudo, cuidarlo, mimarlo, sería el hijo que ella tanto había deseado, por fin podría terminar con ese sentimiento de inferioridad que la rodeaba.

Sabia muy bien que él jamás la amó, su sus caminos se habían cruzado era suerte de una búsqueda intensa de compañía, si la quería, pero no como pareja, no con la entrega que ella le profesó, ahora tenía a su hijo, podría moldearlo como ella deseara. Sería una manera de rendirle tributo a un amor no correspondido. Pero no era lo mismo sin él, necesitaba tenerlo cerca para continuar con vida. Pero no podía dejar sólo al pequeño, ¿cómo si era su adoración?...

Pensó que hacer, en un intento desesperado por arrancarle la vida al pequeño, comenzó a golpearlo. Él no lo entendía, no importó cuantas veces le suplicó que parara, ella seguía, parecía autómata, propiciando golpes al por mayor, al fin cesó… Carlitos ya no respiraba, su carita se encontraba ensangrentada, moretones por todos lados dejaban ver una noche dura, sus pequeños párpados hinchados…

Pasaron varios días… que hizo con el cuerpo no se sabe… Rocío se paró y observó por un momento, siguió después su camino para regresar al puente. Las memorias la obligaron a llorar, secó sus ojos con el suéter a rayas que llevaba puesto y al llegar al puente se sentó en el barandal. Miró al cielo, ya era de noche, la osa mayor se encontraba justo sobre su cabeza, lo único que interrumpía el camino entre ella y uno de los astros que la conforman, eran los cables de luz que cruzaban de un lado a otro.

Metió nuevamente la mano a su bolso y sacó un par de zapatos que habían pertenecido al pequeño, en un acto de liberación los lanzó lo más fuerte que pudo, sin embargo como si no quisieran obedecerla se enredaron en uno de los cables.

Suspiró, escuchó el murmullo de la vida, los coches a lo lejos, las luces de los faroles, las errantes nubes, el aullar de los perros. La vida, esa vida que seguía, que seguiría aun sin ella. Sacó un lápiz labial, un delineador y una polvera.
Se miró detenidamente en el espejo, pintó sus labios, delineo de negro sus ojos al instante en que pensaba:
- Hay que salir bien, después de esto seré recordada... Recordada...
-Joven artista, de carrera prometedora llamada Rocío Goffé, se suicidó ayer cerca de la avenida principal, sus obras serán sacadas de las galerías por miedo al amarillismo...
... Seguiremos informando...
Los pequeños zapatitos de Carlos enredados en el cable quedaron como un recuerdo perene sin que nadie más se percatara de ellos.

martes, 28 de julio de 2009

El ciclo...

¿Qué es el inicio? Muchos lo marcan como el punto de partida, otros como el final de una etapa y su lógica transformación en otra. Pero éste se puede resumir en el segundo en que el río de la vida cambia su cauce… o para un escritor es simplemente el pretexto para retar a una hoja en blanco y transgredir su pureza…

Juan Pablo era un joven algo tímido, siempre había sido un buen estudiante. Hoy los días de escuela habían quedado atrás. Tomó sus maletas y se despidió de sus padres, un nuevo reto lo esperaba y no debía demorarse más.

Cruzó el umbral de la entrada, desde allí podía notar que, todas las habitaciones se encontraban vacías. Había dejado la casa de sus padres, su lugar de origen y ahora se enfrentaba al reto de estar en un país desconocido. Un nuevo ciclo comenzaba, el nerviosismo recorría todo su ser. Las manos le sudaban, pareciera que sus rodillas no podrían seguir sosteniendo su peso, el gran hueco en su estomago era el anuncio de que algo sucedería…

Recorrió el lugar en el que ahora se encontraba, desdeñando poco a poco las piedras que el camino le ofrecía, observó una fuente, parecía ser como cualquier otra en algún rincón del planeta, pero en aquel instante la percibió como la imagen más bella que sus ojos pudiesen contemplar. El sonido del agua avivó nuevamente sus sentidos… llevándolo hacia su infancia Al ir dejando sus pasos en el pavimento, cruzar las avenidas, mirar una estrella en el firmamento y sentir las gotas de lluvia sobre su faz, comenzó a idear una historia…

Esa noche se dedicó garabatear en pequeños papeles, recibos viejos, hojas sucias, en las paredes altas con techos empapelados. Simplemente se acomodó en un rincón de la habitación, en el que se sentía más cómodo. La luz se convertía en oscuridad y las sombras de las esquinas en luz de farol callejero; y de pronto se encontraba dejando parte de su vida en los papeles.

… Camino con corazón… son las palabras que resuenan en la mente al compás de los segundos… pero cómo saber que hago lo correcto, cómo acabar con esta duda… Desde hace un tiempo el mundo se me presenta efímero… ahora entiendo cuando en alguna ocasión escuché… “las palabras dichas al viento son olvidadas”…

Los síntomas que con anterioridad se presentaron, eran señas inequívocas de su entrada al mundo de las letras, ese impacto al intentar romper el blanco de una hoja de papel… en ese momento escribió en su libreta… Por fin lo había logrado, tantas noches sin dormir, tantas lágrimas derramadas, tantos sueños dejados a un lado con el único fin de escribir una historia… Por fin había encontrado en su alma la vocación anhelada…

“¿Cómo es posible que a través de mi ser cobren vida historias y personajes los cuales jamás conoceré? El único color describe es el blanco y con él las sensaciones glaciales de un sitio tan lúgubre enmarcan un mausoleo de proporciones inmensas que prepara a su inquilino. Pero es extraño, desea seguir luchando hasta que las fuerzas lo abandonen, no importa que tan difuso sea el camino, debes entregarte a aquello que con tanta ilusión inició. ¿Cuántas veces estamos a punto de rendirnos pero algo o alguien nos impulsa a seguir?...” anotó y el esbozo de su nueva obra vislumbra el horizonte… Simplemente seguiré mi sueño… suspiró y cerró momentáneamente su cuaderno.
El inicio, hoy sólo he esbozado el inicio, pensó mientras regaba el helecho que colgaba al fondo… grandes proyectos han cobrado forma, desde ese cuántico fragmento de tiempo…

jueves, 23 de julio de 2009

Al poeta...

¿Dónde se encuentra el poeta
de quien fue la tierra de los sueños
dicha y dolor fueron su hogar?
La estrella brillaba,
los años pasaron,
su vida seguía buscando un hogar…

Entregó tu alma,
deseó la gloria,
su sangre se convirtió en tinta
escuchó al jilguero
guardó cual tesoro el sonido del silencio

Siguió un camino,
su ser recreó a otros seres
Nota que cada una de sus creaciones le ha dado vida a otras tantas,
No se atreve a nombrarlas
no quiere acabar con el fabuloso embrujo
de la misma forma en la que a él le dieron vida.
por eso sigue… sigue… para ver si un día
al fin lo comprendemos.

Y se pregunta:
¿Habrá suerte mayor para vencer al olvido?
Por ello escribe… para ver si un día al fin lo comprendemos.

miércoles, 22 de julio de 2009

Invierno

Cómo engarzo al pájaro en mano que lleva mi amigo.

Cómo siento a la tierra llorar de dolor por las almas.

siento el mar a lo lejos, a lo lejos de un verso irascible

se nutre de vida buscando la perla añejada

en el cielo silente que trina y funde su alma.


Y pidiendo clemencia la brisa del mar nos arropa

en el mundo cargado de rabia

qué despiertos notaran la huella

de los valles y el cardo que el viento

va a hacer camino después.

Ah la dulce doncella que baila un derroche y silba en el campo

compone canciones que el sol atesora

como cambia de gustos

se permiten los celos

sin perder la certeza.


Y si el asco te inunda qué ruta ha trazado tu dueño

¿cuál, de vosotros sabia

que la raza es la mente a un rio que rueda

en el manso derroche?

y ya cierro los ojos,

y recuerdo a mi madre

y me lleno de ira al saber de la queja que dio tu silbido.


Y no quiero pensarte, no deseo unirte a mi forma

y no busco vivir allá en la pradera

por amor conservar este sitio sin almas

y topar con la muerte.


Ah el candor que carece

Desangrado de pena.